Punto de encuentro para el que busca la Luz, su esencia, su sexto sentido. Es para quien siente la inquietud de crecer y despertar su consciencia. Inquietud por encontrar la espiritualidad intrínseca que tiene por naturaleza y su expresión en la vida y más allá de lo que ven nuestros sentidos físicos y nuestras estructuras adquiridas y aprendidas.

martes, 27 de enero de 2009

EL ESPEJO EN LAS RELACIONES CON LOS DEMAS

Cualquier tipo de energía como es nuestro cuerpo y alma es una reproducción de la energía universal, con variaciones culturales que nos hacen concebir distintas interpretaciones de lo que percibimos.
Esto implica ver todas las cosas del mundo, a todas las personas del mundo, y darnos cuenta de que estamos mirando otra versión de nosotros mismos. Tú y yo somos lo mismo. Todo es lo mismo. Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. A través del espejo de una relación, descubro mi yo no circunscrito. Por esta razón, el desarrollo de las relaciones es la actividad más importante de mi vida. Todo lo que veo a mi alrededor es una expresión de mí mismo.
Las relaciones son una herramienta para el crecimiento espiritual cuya meta última es la unidad en la conciencia. Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones amorosas. Todas son, en esencia, experiencias espirituales. Cuando estás enamorado, tienes una sensación de atemporalidad. En ese momento, estás en paz con la incertidumbre. Te sientes en el cielo, pero vulnerable; sientes cercanía pero también desprotección. Estás transformándote, cambiando, pero sin miedo, por la fuerza del amor, por la expansión que sientes a nivel interno al contactar con el sentimiento del amor. Ésa es una experiencia espiritual. A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia. Tanto aquellos a quienes amamos como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros. ¿Hacia quienes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características. Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos en nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tienen características en común, características que no estás dispuesto a aceptar, ya que representan tus sombras . Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para evolución de nuestra conciencia. Gracias a esta evolución experimentamos estados extendidos de conciencia. La próxima vez que te sientas atraído por alguien, pregúntate qué te atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia? Cualquier cosa que haya sido, sé consciente de que esa característica también florece en ti. Si prestas atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso de convertirte en ti más plenamente.Lo mismo se aplica a las personas hacia las que sientes rechazo. Al adoptar más plenamente tu verdadero yo, debes comprender y aceptar tus características menos atractivas. La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad. Nos engañamos parte de la vida negando este lado oscuro de sombra y terminamos proyectando esas características oscuras en quienes nos rodean. ¿Has conocido personas que atraigan a su vida a los sujetos equivocados? Normalmente, aquéllas no comprenden por qué les sucede esto una y otra vez, año tras año. No es que atraigan esa oscuridad; es que no están dispuestas a aprobarlas en sus propias vidas.
Un encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es otro paso a favor del desarrollo de tu ser espiritual. Las personas luminosas aceptan todo su potencial de luz y oscuridad.
Si estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos, nunca te sientes juzgado. Esto sólo ocurre cuando las personas ven el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, como características externas.Cuando estamos dispuestos a aceptar la Luz y la Oscuridad de nuestro ser, entonces comenzamos la sanación en nosotros y en los demás. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y expandimos nuestra conciencia personal. Los rasgos que distinguimos más claramente en los demás están presentes en nosotros. Cuando seamos capaces de ver en el espejo de las relaciones, podremos empezar a ver nuestro ser completo. Es preciso estar en paz con nuestra dualidad, y reconciliarnos con los aspectos de nosotros. Necesitamos reconocer, en un nivel profundo, que tener características negativas no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene exclusivamente características positivas. La existencia de rasgos negativos sólo significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos acceder más fácilmente a nuestro ser universal, no circunscrito.
Cuando te identifiques con los demás, será mucho más fácil establecer contacto con ellos y, a través de esa conexión, descubrir la conciencia de la unidad. EL ESPEJO en las relaciones tiene este maravilloso efecto sanador, aprovechalo, integralo y amalo.

Para mis compañeros de Qi Gong.

viernes, 16 de enero de 2009

EL PODER SIN LA COMPASION ES COMO EL MAR SIN AGUA

Los últimos días cada vez que entro en meditación recibo instrucciones muy precisas para divulgar y compartir, siempre convergen en el mismo punto y es en la COMPASIÓN y en el AMOR.
La compasión no es un acto ajeno y aislado de la LUZ y del Crecimiento, va siempre anexo al Amor e indisociable en cualquier proceso místico.
La Compasión es una actitud necesaria para comprender cualquier energía sutil, sin la compasión es imposible acceder a la divinidad, a nuestra propia Luz interior, ya que como partículas divinas que somos forma parte de nuestro ADN celular, se que esto para algunos les resultará un terreno en el que nunca habían reparado, se que se escribe mucho y también se que sino se practica y se vive de manera consciente no se desarrollará a nivel interno y nos impedirá contactar con nuestro ser superior.

Cada vez nos alejamos de los valores como la paz, la paciencia, la humildad, la alegría, la generosidad, los estados interiores negativos nos hacen ser desdichados, realmente no hemos nacido para alimentarlos.
Según algunos estudios dicen que el desarrollo de la compasión y el altruismo tiene un efecto positivo sobre nuestra salud física y emocional.
D. Mc Clelland, psicólogo de la Universidad de Harvard, mostró a un grupo de estudiantes una película sobre la Madre Teresa trabajando entre los enfermos y los pobres de Calcuta.
Los estudiantes declararon que la película había estimulado sus sentimientos de compasión. Despues de practicar la Compasión, analizaron saliva de los estudiantes y se descubrió un incremento en el nivel de inmunoglobulina A, un anticuerpo que ayuda a combatir las infecciones respiratorias. J. House hizo otra investigación en el Centro de Investigación de la universidad de Michigan, los investigadores descubrieron que realizar trabajos de voluntariado con regularidad, interactuar con los demás en términos dé benevolencia y compasión, aumentaba espectacularmente las expectativas de vida y, probablemente, también la vitalidad general. Muchos investigadores del nuevo campo de la medicina mente-cuerpo han realizado descubrimientos similares y concluido que los estados mentales positivos pueden mejorar nuestra salud física.
Además de los efectos beneficiosos que tiene sobre la salud física, hay pruebas de que la compasión y el cuidado de los demás contribuyen a mantener una buena salud emocional. Abrirse para ayudar a los demás induce una sensación de felicidad y serenidad.
Una encuesta de Alían Luks, realizada entre varios miles de personas que participaban regularmente en actividades de voluntariado, más del 90% declaró tener una sensación de «entusiasmo» asociado con la actividad, caracterizado por un incremento de energía y autoestima y una especie de euforia. El voluntariado no sólo Proporcionaba una interacción que era emocionalmente nutritiva sino también esa «serenidad del que ayuda», vinculada con el alivio de perturbaciones derivadas del estrés.
Aunque las pruebas científicas apoyan claramente la postura del Dalai Lama acerca del valor de la compasión, no hay necesidad de acudir a experimentos y encuestas para confirmarla corrección de su punto de vista.
Existen estrechos vínculos entre compasión y felicidad en nuestras vidas y las vidas de quienes nos rodean.
La ambición tanto económica como política una vez cubiertas nos llevan a la ambición espiritual o de "poderes" como muchos se arrogan, sin pensar que cuanto mas poder se tiene mas fácil es perderlo, estar en el filo del "PODER", es estar en el filo de tenerlo TODO a no tener nada, grandes estadistas tuvieron TODO y lo perdieron por no saber administrar "los talentos".
La compasión es uno de nuestros grandes talentos, sin ella la perdida del conocimiento y poder espiritual, sería el siguiente paso, os animo a que practiquéis la Compasión con los que os rodean, con los mas débiles, con los aparentemente mas fuertes, con una planta, con un animalillo, en definitiva con todo lo creado y lo que esta por crear. La dificultad estriba en el dia a dia y en el acontecer tanto laboral como domestico.
Dedicado al Grupo de los 7 (Que Dios os bendiga por seguir en el crecimiento).




MEDITACIÓN SOBRE LA COMPASIÓN
(ENSEÑADA POR EL DALAI LAMA)
Al generar compasión, se empieza por reconocer que no se desea el sufrimiento y que se tiene el derecho a alcanzar la felicidad. Eso es algo que puede verificarse con facilidad. Se reconoce luego que las demás personas, como uno mismo, no desean sufrir y tienen derecho a alcanzar la felicidad. Eso se convierte en la base para empezar a generar compasión.
Así pues, meditemos hoy sobre la compasión. Empecemos por visualizar a una persona que está sufriendo, a alguien que se encuentra en una situación dolorosa, muy infortunada. Durante los tres primeros minutos de la meditación, reflexionemos sobre el sufrimiento de ese individuo de forma analítica, pensemos en su intenso sufrimiento y lo infeliz de su existencia. Después tratemos de relacionarlo con nosotros mismos, pensando: "Este ser tiene la misma capacidad que yo para experimentar dolor, alegría, felicidad y sufrimiento". A continuación, tratemos de que surja en nosotros un sentimiento natural de compasión hacia esa persona. Intentemos llegar a una conclusión, pensemos en lo fuerte que es nuestro deseo de que esa persona se vea libre de su sufrimiento. Tomemos la decisión de ayudarla a sentirse aliviada. Finalmente, concentrémonos en esa resolución y, durante los últimos minutos de la meditación, tratemos de generar un estado de compasión y de amor en nuestra mente.

martes, 6 de enero de 2009

ERES EL MEJOR AMIGO DE TI MISMO????

Cuando se pretende que las cosas ocurran de cierta forma o que las personas se comporten según nuestro deseo y esto no se cumple, suele generarse un sentimiento de frustración que denominamos decepción.
Después de un proceso de recuperación se vuelve a creer y a confiar.
Sin embargo, existen personas cuyas expectativas siempre superan a la realidad: podrían llamarse decepcionados crónicos, son personas que tienden a idealizar a la gente, a las cosas o a las circunstancias, esperando siempre mucho más de lo que en realidad pueden llegar a recibir, lo que los lleva a sufrir enormemente ante cada desengaño. Este tipo de personas reune ciertas características:
Suelen mezclar la realidad con lo imaginario, es por esto que carecen de la posibilidad de aceptar a las circunstancias y a las personas tal cual son, incluidos ellos mismos.

Cuando están enamorados se niegan a ver los defectos del otro, esperan siempre lo mejor de sus parejas, piensan que pueden hacer al otro a imagen y semejanza de sus deseos. Este comportamiento da como resultado rupturas y decepciones.

Tiende a idealizar demasiado porque poseen un "yo" inmaduro, similar al de los niños, que requieren constantemente mucha atención de sus padres y del exterior en general.

Viven dependiendo y reclamando gestos y cosas de quienes los rodean. Por ejemplo, tienden a idealizar a cualquiera que les tienda una mano o les demuestre interés, sin detenerse a pensar que esa puede ser sólo una relación circunstancial.

El mejor consejo para no sufrir decepciones es madurar y ser el "mejor amigo de uno mismo".
Además, hay que tener en cuenta estas recomendaciones:

Ponerse como meta el conocerse a sí mismo, tratando de resolver aquellos conflictos que nos impiden hacernos cargo de nuestra vida.
Aprender a quererse, a valorar las propias virtudes y condiciones, a reafirmar la personalidad.
Reconocer los errores, no como una carga, sino como un alivio.
Ser flexible y abrirse a ideas nuevas.
Aprender a tener un comportamiento firme.
Dirigir la vida sentimental sin depender de nadie.
Vivir de acuerdo a los propios deseos y haciendo uso de los propios recursos.
Permitirse experimentar plenamente todas las emociones (desde rabia y tristeza hasta la alegría y el amor).
Disfrutar de los logros personales, por más pequeños que estos sean.

Recuerda: No necesitas compararte con los demás.

En conclusión, para evitar decepciones, lo más saludable es tener presente que las expectativas nunca deben superar las posibilidades.
Una persona que se aferra a no ser feliz, en el fondo se asusta ante la responsabilidad que le produce el generar o mantener ese sentimiento, prefiere dejar todo en manos de otros ya que le resulta más fácil delegar en "alguien el origen de sus alegrías y sufrimientos" .
Hay que tener en claro que nadie puede crear la felicidad de los demás, pues hacerlo forma parte de los potenciales de cada uno. Mantenerse en la frustración o superarla es una acción que esta enteramente en nuestras manos.