Nací desnudo, dice Dios, para que tú puedas renunciar a ti mismo.
Nací pobre, para que tú puedas reconocerme como única riqueza.
Nací en un establo, para que aprendas a santificar cada lugar.
Nací débil, para que no me tengas miedo.
Nací por amor, para que creas que puedo iluminar cada realidad envuelta en tinieblas.
Tomé la naturaleza humana, para que no te avergüences de ser tú mismo.
Nací hombre, para que puedas ser "hijo de Dios".
Nací perseguido, desde el principio, para que aprendas a aceptar cada dificultad.
Nací en la sencillez, para que no seas complicado.
Nací en tu vida, dice Dios, para conducir a todos los hombres a la casa del Padre.
miércoles, 24 de diciembre de 2008
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