Son únicamente tus pensamientos los que te causan dolor. Nada externo a tu mente puede herirte o hacerte daño en modo alguno. No hay causa más allá de ti mismo que pueda abatirse sobre ti y oprimirte.
Nadie, excepto tu mismo, puede afectarte. No hay nada en el mundo capaz de hacerte enfermar, de entristecerte o de debilitarte. Eres tú el que tiene el poder de dominar todas las cosas que ves
reconociendo simplemente lo que eres.
" Estoy aquí únicamente para ser útil.
Estoy aquí en representación de Aquel que me envió.
No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer,
pues Aquel que me envió me guiará.
Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo.
Sanaré a medida que le permita enseñarme a sanar."
sábado, 28 de febrero de 2009
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