En palabras sencillas, tienes éxito cuando navegas por el río hacia la abundancia sólo si tienes la intención manifiesta de lograrlo.
Esa intención hace las veces del timón que guía al navío, ese timón oculto, silencioso, bajo la línea de flotación, y cuya importancia es vital.
Verbalizar tus intenciones en voz alta, aun a solas, las hará aflorar a la superficie de modo que puedas crear una mayor armonía y mejores resultados en tu vida, con mayor abundancia incluida.
Definir una intención es un acto sencillo y a la vez profundo.
Se trata de que sintonices con tus sensaciones físicas y con tus emociones. Te serenas, te pones en sintonía contigo e imaginas, por un minuto, el tipo de sensaciones, experiencias y resultados que deseas durante y después de tus proyectos y de tu jornada. Considera lo que podría ser edificante, expansivo, creativo. ", aquellas cosas positivas y aquellas experiencias que querrías como resultado de tus interacciones.
Las intenciones son energías sutiles que guían tu vida. Hablar de ellas en voz alta, aun a solas, alertará y enviará esas vibraciones hacia el universo de modo que coincidan, creen resonancia y aporten mayor armonía y buenos resultados a tu vida. Una vez que comiences a definir intenciones claras, comprenderás cuántas intenciones flotan bajo tu vida y las vidas de otras personas. Dar estos pasos potenciará tus experiencias en el Río del Oro y el flujo de la abundancia dentro de tu vida.
domingo, 24 de mayo de 2009
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