La Corriente Sensorial la observas cuando te tomas el pulso; percibes todo lo que tus sentidos detectan: la tensión en tus hombros, en la garganta, la tensión y ansiedad, y el malestar de estómago.
Esta corriente se centra en el conjunto de las sensaciones táctiles y de los actos de cualquier parte de tu cuerpo que se conecte contigo o con otro.
El hecho de tomar conciencia de que tu respiración ha cambiado o de que has iniciado cualquier movimiento está relacionado con esta corriente.
Prestar debida atención a las sensaciones de tu cuerpo implica que utilices tu Corriente Racional, lo que se traduce en una forma excelente de serenarse y calmar el agitado pensamiento de la mente analítica.
Sintonizarse con la corriente sensorial de modo tal que sigas en movimiento y respirando, aun un poco, es también una forma de prevenir muchos de los dolores y molestias comunes que solemos sufrir, en especial los dolores de cabeza debidos a las tensiones y la rigidez muscular.
domingo, 24 de mayo de 2009
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